Un repaso al 2024, marcado por la violencia de género: abusos, asesinatos y retrocesos en la igualdad. ¿Cómo canalizar la indignación hacia el cambio?
Este artículo lo han escrito conjuntamente por Julia Pedreira, Paula del Rey Puech, Blanca Paniello Castillo y Elena Marbán Castro. Todas ellas forman parte de Women in Global Health Spain.
Es un año para estar enfadadas. Durante todo el 2024, hemos visto noticias de violencia de género en todos los ámbitos: desde guerras en las que las mujeres han sido usadas como armas, hasta casos “más cercanos”, como las violaciones continuadas durante más de 9 años perpetradas por Dominique Pelicot y más de 100 hombres a su esposa en Francia; abusos cometidos por políticos; las acusaciones de violación a Mohamed Al-Fayed en Reino Unido; y el asesinato de la atleta olímpica Rebecca Cheptegei en Uganda a manos de su pareja, Dickson Ndiema, por mencionar algunos.
Para rematar el año, se han publicado acusaciones de abuso de poder y abuso sexual contra un político autoproclamado feminista, Íñigo Errejón. Y, por si fuera poco, el mundo entero ha sido testigo de la elección de Donald Trump, declarado culpable de abuso sexual, como presidente de uno de los países más influyentes del mundo, lo que pone en riesgo los derechos de las mujeres en temas de salud sexual y reproductiva.
Violencia de género más allá de clases, fronteras y culturas
A esto se suma la situación de las mujeres y niñas en Afganistán, donde han sido despojadas de todos sus derechos y dignidad, y se enfrentan a una opresión brutal y sistemática que parece no tener fin. Y en Irán, el gobierno sigue castigándolas por no llevar el velo obligatorio a pesar del levantamiento “Mujer, Vida, Libertad”.
Todo esto nos lleva a plantearnos: si no podemos sentirnos seguras en el trabajo, ni en los bares de noche o incluso durante el día, ni en los espacios políticos, o en casa con nuestras propias parejas, ¿por qué no está toda la sociedad saliendo a la calle indignada, exigiendo responsabilidades a todas las instituciones? ¿Por qué no exigimos una asignatura obligatoria sobre «igualdad» que se imparta desde la escuela hasta la universidad y se actualice cada año? ¿Por qué no exigimos cambios radicales en el sistema opresor y patriarcal en el que vivimos?
La violencia de género no es un fenómeno aislado, sino una realidad que afecta a una de cada tres mujeres en el mundo, según datos de UN Women y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Estas cifras nos recuerdan que a pesar de los avances legislativos estamos ante una emergencia que requiere acción colectiva y decidida.
Misoginia entre los jóvenes: ¿estamos retrocediendo?
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de mujeres víctimas de violencia de género aumentó en España un 12,1% en el 2023, y alcanzó las 36.582. Además, los casos de violencia doméstica también aumentaron un 12%. El Ministerio de Igualdad informa que desde 2003, 1.285 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas. Estas cifras son un recordatorio doloroso de la necesidad de reforzar las medidas de prevención y de actuar con determinación para erradicar la violencia.
De hecho, pese a los avances en la igualdad de género, la violencia está aumentando entre las generaciones más jóvenes, y muchos de ellos tienen opiniones más conservadoras sobre la igualdad de género que las generaciones anteriores. Cada vez más chicos muestran afinidad por la retórica misógina de influencers como Andrew Tate, creyendo que el feminismo va contra ellos. Nuestra sociedad no solo se ha estancado en algunos ámbitos de la igualdad y los derechos, sino que ha retrocedido en los últimos años.
Hombres: una parte clave de la solución
Hoy existen más de 1.583 medidas legislativas en 193 países contra la violencia de género, pero la prevención sigue siendo insuficiente. Solo una de cada diez iniciativas se dirige específicamente a los hombres, dejando un vacío en la transformación de los patrones que perpetúan la violencia. Es crucial que enfoquemos los esfuerzos en la educación y sensibilización de quienes tienen un papel fundamental en el cambio: los hombres y niños. Solo así podremos imaginar un futuro donde las mujeres puedan vivir sin miedo.
Ante todo esto, ¿cómo puede ser que aún haya hombres que se atrevan a decir que #NotAllMen? Por supuesto que sabemos (y esperamos) que no todos ellos ejerzan violencia contra las mujeres, pero deberían reflexionar por qué tratan de autoexcusarse antes que alarmarse por la violencia contra sus compañeras, amigas, hermanas, madres, vecinas…
Seguimos hacia delante
Si algo demuestra este año es que queda muchísimo trabajo por hacer para conseguir una sociedad justa e igualitaria. Deberíamos estar furiosas y furiosos por la cantidad de casos de violencia de género y de su normalización en películas y redes sociales.
Pese a todo, seguiremos buscando motivos para seguir optimistas y dando visibilidad a la violencia de género y al rol de los que la perpetran y las personas que les rodean como parte del problema y de la solución. Como sociedad, seguiremos buscando maneras de sensibilizar y educar a los niños, jóvenes y adultos sobre su rol individual y el rol colectivo del sistema donde habitan en generar esta normalización de la violencia de género. Seguiremos dando visibilidad y acompañando a las víctimas sin perder de vista el foco en los agresores. Seguiremos buscando maneras de comunicar los valores del feminismo y la igualdad aunque salten las murallas defensivas. Seguiremos buscando soluciones e intentando entender las causas de este aumento de la violencia, sobre todo en chicos más jóvenes.
En una época en que las redes sociales y los algoritmos nos conectan pero nos polarizan y nos desinforman, tenemos que: informarnos, formar alianzas, canalizar este enfado hacia el activismo, construyendo sobre la lucha de nuestras generaciones predecesoras y con la mirada en el presente y futuro.
Hoy 25N, y siempre, reivindicamos la igualdad y el fin de la violencia contra las mujeres porque #SeAcabó permanecer calladas.
Si quieres saber más
Este también ha sido un año de reflexión y visibilización. En 2024 se han estrenado documentales que ponen el foco en la violencia de género en España:
- “Se Acabó: Diario de las campeonas”, sobre la selección española femenina de fútbol y el movimiento #SeAcabó
- “No estás sola: La lucha contra ‘La Manada’”: visibiliza los fallos del sistema judicial, el papel de los medios y la sociedad ante casos tan dramáticos de violencia sexual.
- La película “Soy Nevenka” cuenta la historia de Nevenka Fernández, la primera demandante que ganó una querella por acoso sexual contra un político en España, el alcalde de Ponferrada Ismael Álvarez.