Noviembre y, particularmente el 25N, está marcado por una agenda de denuncia contra las violencias sufridas por mujeres y niñas. Aunque no existe una recogida sistemática de estos datos (como hay, por ejemplo, múltiples indicadores para conocer las tendencias macroeconómicas), sabemos que no es un hecho aislado, sino una experiencia vivida en diferentes grados y modalidades por las mujeres de todo el mundo, en todas las clases sociales, razas y estatus. La Organización Mundial de la Salud estima que una de cada tres mujeres está sujeta a violencia física o sexual por parte de sus parejas u otras personas. Estudios realizados en contextos y países muy diferentes permiten establecer una pauta de discriminación y maltrato físico y psíquico contra las mujeres tanto en zonas de conflicto, en áreas alejadas y aisladas de una red de protección, en comunidades empobrecidas, o en oficinas y reuniones de alto nivel político. Reacciones que tienen que ver con un sistema patriarcal en el que las mujeres no tienen ningún derecho (por ejemplo, las mujeres obligadas a prostituirse) o incluso cuando se reconocen sus derechos, son consideradas subalternas (por ejemplo, cuando son obligadas a mantener roles tradicionales de género en contra de su voluntad). Las violencias explícitas (feminicidios, tráfico de personas, esclavitud, acoso psicológico, agresiones, violaciones…) no son ajenas a las violencias estructurales a las que están sometidas mujeres y niñas, incluso cuando hay un mayor reconocimiento de sus derechos y mayor nivel de protección. Nos referimos a las condiciones del sistema capitalista que provocan “malestares”, condiciones muy pobres de bienestar y salud física-psíquica, tales como la acumulación de tareas, de responsabilidades no correspondidas con fórmulas materiales y simbólicas de reconocimiento, los ritmos acelerados y la obligatoriedad de seguir pautas consideradas de éxito, entre otras.
El 25 de Noviembre nos recuerda que la peor de las manifestaciones de la violencia de género es el feminicidio. En la actualidad, nos encontramos en un movimiento global de búsqueda de soluciones. Los asesinatos de mujeres, el daño físico y psicológico al que se somete a las mujeres, pueden ser evitados mediante políticas y programas de atención a las víctimas en el que el sistema sanitario juega un papel fundamental y mediante la concienciación y educación de las mujeres y hombres que formamos las sociedades contemporáneas. Las violencias estructurales exigen transformar nuestra cultura y valores a través del cambio social, la educación y la concienciación buscando fórmulas responsables y de igualdad.
Desde Women in Global Health España nos unimos al clamor contra las violencias de género, demandando:
Contabilización sistemática de todas las formas de violencias a las que estamos sometidas las mujeres (violencia económica, laboral, psicológica, física, sexual, simbólica e institucional), a partir de estudios liderados por las agencias de estadísticas internacionales.
Inclusión de servicios de ayuda y reincorporación a la sociedad de todas las supervivientes y sus familias.
Evaluación, monitorización y transferencia de las acciones que han resultado eficaces en otros contextos, por la experiencia de los países que la implementaron.
Avance en la educación responsable de todas las personas, menores y mayores de edad, a través del sistema educativo, los medios de comunicación tradicionales y digitales.
Formación adecuada para prevenir la violencia de género y apoyar a las mujeres objeto de violencias de género (y a sus familias), desde las fuerzas de seguridad y judicatura hasta las sanitarias y de trabajo social.
Eliminación de los roles y normas de género que perpetúan violencias de género (mutilación genital femenina, explotación sexual, feminización de trabajos de cuidados no remunerados…)
Garantía de la protección social y económica de las mujeres que ejercen un trabajo considerado dentro del sector “informal” (cuidados de personas dependientes, limpieza etc.) para promover su libertad y disminuir su dependencia.
¡Pongamos fin a la violencia de género!
Entrada escrita por: Ana M. González Ramos
Vídeo elaborado por: Justa Martín.
Referencias de consulta:
http://web.worldbank.org/archive/website01213/WEB/0__CO-56.HTM